Tu fuiste hijo, el regalo, que mi noche iluminó.
La nube que trajo el agua, al secano de mi yo.
Manantial fresco regando, páramos que ya morían,
sol que le dio calor, al frío que estremecía.
Llenaste mi vida entera de alegrías renovadas
y me sonrió el Señor, con tu primera mirada.
Muñeco de carne y hueso, pastel dulce, bizcochito,
estrella de la mañana y por la noche...delirio¡
Delirio ver tu carita reposada en ese sueño
que te invade y tranquiliza,eres amor, mi pequeño¡
Por eso quiero decirte, desde el alma de una madre,
es grande lo que yo siento, cuando me paro a mirarte¡
Ya que el regalo más grande que a la mujer hizo Dios,
es el hecho de ser madre, gran milagro del amor¡-
CHELA
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